Efemérides Vallenatas

Jueves 11 de febrero de 1926 (95 años). Nació en San Pedro, departamento de Sucre, el compositor de música vallenata, Adriano Salas Manjarrez, un guitarrista andariego que sembró entre montañas y colinas los ocultos amores de un floreciente compositor que entre melodías  dejó muchas canciones amigable con la naturaleza, es el caso de ‘Amaraje’, una bella acuarela amorosa en la que el compositor hace su recorrido por la montaña alejándose del bohío, dejando a la mujer que quiso al cuido del canto de los canoros.

Las canciones de Adriano Salas, fueron dadas a conocer por Lisandro Meza, Enrique Díaz, Alejandro Durán, Luis Enrique Martínez y Pedro García, pero el que mejor interpretó sus canciones se llama Poncho Zuleta quien a lo largo de su carrera le grabó varias de ellas,  entre las que se encuentran  ‘Panorama’ (1982), ‘Falsas promesas’ (1985),  ‘Cerro verde’ (1994), ‘Confidente y buena’ (1999) y ‘Amaraje’ (2002).

Adriano Salas Manjarrez fue un compositor que dejó canciones amigables con la naturaleza, mensajes ecológicos y expresiones ambientalistas, por eso le escuchamos decir: “Allí tiene que estar el Cerro verde, de donde se divisa la ensenada; y se ve la ciudad amurallada, donde los recuerdos nunca mueren”. Adriano Salas entre metáforas y realidades se alejaba de sus amoríos en invierno, pero regresaba como las aves silvestres en verano y cantaba en otoño, una situación climatológica y sentimental en la que solo ‘Caño lindo’ lo pudo describir: “Ay Caño lindo dime que te ha sucedido, a donde está el panorama de los llanos; las aves silvestres todas cambiaron de nido, una por una todas se fueron volando”

Un enamorado público de la vida, de la naturaleza y de las tres estaciones (invierno, primavera y verano), pero jamás amigo del otoño de quien dijo le tenía muchas reservas. Poco se conoce a quien le compuso tantas bellas melodías, aunque en sus parrandas haya dicho que no fue de buena con el amor y a pesar de eso, solo se supo de una agresión que recibió en la cabeza por una de sus mujeres la cual se le convirtió en su máximo infortunio que lo dejó acostado para siempre en una hamaca, abandonado por sus amigos de parrandas, pero acompañado de una guitarra con la que compró seguramente cuando en sueños fue a las ‘Islas canarias’.

Adriano Salas Manjarrez, falleció el 6 de julio de 2003 en la pobreza absoluta y en el abandono total de sus familiares y amigo